Lo óptimo es que no cometas ningún error el día del examen práctico, pero para que no te pongas muy nervios@ si haces alguna “faltita”, aquí te dejamos algunas faltas leves que puedes cometer durante el examen de conducir. Eso sí, recuerda que si cometes 10 faltas leves o 5 más una falta deficiente, habrás suspendido el examen práctico de conducir.
Antes de empezar a enumerar las diferentes faltas leves hay que aclarar qué tipos de faltas hay y cómo afectan al resultado final del examen:

• Las faltas leves son aquellas que no suponen un obstáculo ni peligro.
• Las faltas deficientes son aquellas que suponen un obstáculo.
• Las faltas eliminatorias son aquellas que suponen un peligro.

El examen práctico se suspende si acumulas las siguientes faltas:
• Se suspende con tan sólo 1 falta eliminatoria.
• Se suspende si comete 2 faltas deficientes.
• Si comete 1 falta deficiente y 5 leves.
• Si comete 10 faltas leves.

Una vez reconocidas las diferentes tipos de faltas leves, te dejamos un listado con todas aquellas que hemos identificado. Y, recuerda, hacer una falta leve no supone que hayas suspendido, pero trata de “reconducir” la situación en tu examen práctico si quieres acabar con un apto.

Faltas leves

• No comprobar correctamente el estado general del vehículo o sus sistemas.
• Postura incorrecta o sujetar mal el volante.
• Mala regulación de los espejos retrovisores.
• No ponerse el cinturón de seguridad. ¡Ojo! Ponérselo cuando el coche ya está en marcha sí es falta eliminatoria.
• No mirar correctamente a los espejos retrovisores cuando vas a realizar una incorporación.
• Iniciar la incorporación con uno de los sistemas de seguridad bloqueado, como el freno de mano.
• Una velocidad inadecuada.
• Detenerse innecesariamente.
• Reducir considerablemente la velocidad sin necesidad antes de penetrar en un carril de desaceleración.
• Reducir de forma brusca la velocidad sin comprobación previa.
• Rebasar la velocidad máxima en más de 10 km/h.
• No señalizar o realizar incorrectamente un desplazamiento.
• Realizar maniobras bruscas, siempre que no suponga un peligro y no se obstaculice al resto de conductores.
• No entrar lo antes posible en el carril de desaceleración.
• En el avance, iniciar la maniobra demasiado lejos.
• Aumentar la velocidad al ser avanzado.
• No observar el tráfico.
• Realizar las maniobras inseguro/a.
• Volver de forma incorrecta al carril derecho, siempre que no suponga un peligro y no se obstaculice al resto de conductores.
• No facilitar la maniobra al ser avanzado.
• Avanzar por la derecha.
• Detención inadecuada.
• No reanudar la marcha en el momento oportuno.
• No señalizar.
• Señalizar incorrectamente.
• En estacionamiento, no dejar el vehículo correctamente inmovilizado.
• Abrir la puerta del vehículo y bajar del coche sin observar la circulación.
• Demorar la reanudación de la marcha o detenerse cuando un agente indique vía libre.
• Detención innecesaria con vía libre por semáforo.
• No moderar la velocidad frente a luz amarilla intermitente.
• No respetar la preferencia señalizada.
• Circular sobre líneas longitudinales discontinuas.
• Sobrepasar las líneas transversales de detención.
• Detenerse sobre un paso de peatones.
• No respetar la cuadrícula de líneas amarillas.
• No poner las luces cuando se requiere o no utilizar las luces correspondientes.
• Utilizar una marcha incorrecta.
• No poder desbloquear la dirección del vehículo.
• No poder arrancar el motor.
• No quitar totalmente el freno de mano.

Muchas de estas faltas leves son fruto de tus nervios. Así pues, intenta serenarte una vez subas al coche y estate segur@ de ti mism@.

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