¿Cuántos de vosotros os habéis llevado un buen susto cuando conduciendo, de repente, una enorme ola se le ha tirado encima impidiendo que pudieras ver nada y haciéndote perder el control del vehículo? Muchos, ¿verdad? Y es que el efecto “aquaplaning” es bastante común en episodios de lluvias intensas como los que estamos viviendo este último mes después de tantos meses de sequía. Desgraciadamente, una vez que lo estamos sufriendo ya no hay nada que podamos hacer para solucionarlo. Por tanto, te daremos algunos consejos para que puedas evitarlo y, en caso de que no puedas hacerlo, que, como mínimo, resulten lo menos peligrosos posible.

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Pero, ¿qué es el aquaplaning?

Es un fenómeno físico que se produce cuando una capa de líquido se queda atrapada entre dos superficies, haciendo flotar literalmente el vehículo. Y aunque te parezca mentira, tan sólo hace falta una fina capa de agua para hacer flotar un coche sobre sus cuatro ruedas. Este efecto viene provocado por el estado de los neumáticos y amortiguadores, la ligereza del coche y la velocidad.

El Aquaplaning se produce porque los canales que forman el dibujo del neumático no son capaces de evacuar todo el agua que pisa y, entonces, flota. Si el coche tiene las ruedas muy anchas pisará más agua y tendrá que evacuar más agua. De ahí se concluye que cuanto más anchas sean las ruedas más posibilidad hay de que se produzca el aquaplaning.

El tamaño de los canales del neumático también es importante. Cuanta menos profundidad tengan más fácil será que tu vehículo sufra un aquaplaning cuando pase por encima de un charco.

Por tanto, para evitar este efecto indeseable en la carretera debemos seguir los siguientes consejos:

– Mantenimiento de neumáticos y amortiguadores: Es una prioridad a la hora de evitar este problema. Si nuestros neumáticos y amortiguadores están gastados es recomendable renovarlos tan pronto como sea posible o bien, si no hemos tenido tiempo, reducir la velocidad en días de lluvia.

– Presión de los neumáticos: Las ruedas con baja presión reducen los canales de evacuación. Por tanto, en días de lluvia revisa la presión y ponla a la más alta recomendada por el fabricante.

– Velocidad: Si no deseas llevarte un buen susto reduce la velocidad en días de lluvia intensa o cuando hace poco que ha llovido, ya que pueden quedar charcos.

– Visión: Siempre debemos estar atentos a la carretera, especialmente cuando llueve. Por tanto, anticipémonos y vigilemos la existencia de posibles charcos cuando veamos zonas brillantes, reduciendo la velocidad, sin frenar de golpe.

Pero, ¿qué hacer cuando estamos en medio de un aquaplaning?

– Coge fuerte el volante: El agua tiende a frenarnos y aún lo hará más cuanto más profundo sea el charco. Por tanto, puede ocurrir que el volante tienda a girar debido a que las ruedas pisen zonas de diversa profundidad y hagan girar el volante hacia un lado. Así que, agarra el volante con las dos manos y con la posición correcta.

– Evita frenar y acelerar de golpe: No pises el freno ni aceleres de golpe. Levanta el pie del acelerador poco a poco para mermar la velocidad progresivamente gracias también al efecto del agua.

– Prepárate para un posible impacto: Normalmente los charcos suelen no ser muy largos y conseguimos recuperar el control del vehículo sin demasiados problemas. Pero, en caso de que no sea así y estemos al borde del impacto, prepárate pegando la cabeza en el reposacabezas del coche, sujeta bien el volante y no cierres los ojos para poder recuperar el control en el momento que sea posible .

En PracticaVial encontrarás todas las herramientas para hacer frente a éste y todo tipo de situaciones en carretera.  Desde PracticaVial te recomendamos que en caso de que el día de tu examen práctico llueva sigas todos estos consejos. Aún así, lo más importante es mantener la calma y una de las mejores fórmulas para conseguirlo es saber a qué te vas a enfrentar exactamente en tu examen de conducir. ¿Cómo? ¡Gracias a nuestros recorridos de examen! Tenemos disponibles vídeos de zonas de examen de la DGT alrededor de toda España de forma que podrás ver tantas veces como quieras qué es lo que vas a encontrarte durante el recorrido y conseguir que el único factor inesperado sea la lluvia.