Tu posición al volante sí importa

La forma en la que coloques tu cuerpo cuando estás conduciendo es mucho más relevante de lo que quizás pensabas. No sólo es importante en cuestiones relacionadas con cansancio si haces trayectos largos, si no que también puede influir en la calidad de tu conducción.

La mayor parte de las cosas puedes regularlas tan sólo una vez si sólo tu utilizas el coche, como por ejemplo la posición del asiento, la inclinación de tu respaldo o la colocación del volante. Sin embargo, es interesante que prestes atención a todo esto antes de comenzar tu examen práctico. Vamos a explicar por partes cómo has de tener todo esto.

El asiento tiene que estar a una distancia que te permita pisar a fondo los tres pedales sin tener que estirar tu cuerpo, si no, de manera cómoda.

Lo relativo al respaldo es muy importante además, porque puede ser clave en caso de accidente, ya que en una postura muy recostada puedes hacerte mucho daño en la espalda. Debemos colocarlo lo más verticalmente posible, dentro de no forzar la posición a algo antinatural e ir cómodos.

Una vez tengas colocado todo esto, es el turno del volante. El truco es estirar los brazos y poder manejarlo de una forma cómoda sin tenerlos completamente estirados, pudiendo apoyar la zona de las muñecas.

Una vez hayas realizado todos estos ajustes, es el momento en el que debes revisar los retrovisores antes de iniciar tu ruta y no antes. Porque lo haces de la manera inversa, habrás puesto los espejos de una forma seguramente muy poco fiable.

Así que, ya sabes, ¡la seguridad empieza mucho antes de arrancar!