Peligros de conducir estresad@

¿Sabías que conducir estresad@ durante el examen práctico de conducir puede costarte dinero? Sí, sí, nuestro comportamiento a la hora de conducir está muy condicionado por nuestras emociones. Por eso, nuestro estado de ánimo puede hacernos asumir más o menos riesgos a la hora de superar o no el examen de conducir y nos puede repercutir en gastos extra en nuestro carnet.

Recuerda que pagando la tasa para el examen de conducir tienes derecho a suspender sólo una vez algún examen, si suspendes dos deberás volver a pagar la tasa de examen con lo que se te encarecerá bastante el carnet. Ver post Todo sobre el examen de conducir. Con lo que es importante mantener la calma y estar concentrad@ para tener las máximas probabilidades de aprobar.

Cuando estamos en un estado de crispación y nervios, tendemos a ser más vehementes. Contestamos de forma brusca, tenemos reacciones desproporcionadas… Y esto se traslada también a nuestra forma de conducir:

– Somos más bruscos en la conducción, tendemos a salir corriendo de los semáforos, frenamos más tarde y con mayor intensidad generando un aumento del consumo de combustible, así como del desgaste en frenos y neumáticos.
– Reducimos la distancia de seguridad. Cuando estamos enojados o estresados tendemos a conducir más cerca del coche de enfrente, con lo que aumentamos el riesgo de colisión y la imposición de una multa.
– Revolucionamos más el motor. Aceleremos más el coche y tardamos más en cambiar de marcha, lo que aumenta el consumo y también el desgaste del motor y otros componentes de mecánica.
– Perdemos las formas. Nuestra actitud a la hora de circular es más ácida con el resto de conductores de la vía, algo que puede provocar situaciones de riesgo, además de incrementar nuestro estrés y contagiarlo a los demás.
– Perdemos atención. Aunque nos sentimos más activos, en realidad estamos con las mentes más centradas en otras cosas que en la propia conducción. Esto puede hacernos cometer errores y no estar alerta ante una situación de peligro.
– Nos saltamos las normas de tráfico. Apuramos frente a los semáforos, conducimos a mayor velocidad de la permitida, no señalizamos los cambios de carril… Todo esto nos expone a ser sancionados, además de aumentar el consumo de combustible, el desgaste de la mecánica del coche y el peligro de tener un accidente.

Consejos para reducir nuestro estrés

Al final, todo se reduce a confiar en nosotros y presentarnos al examen tranquil@s y concentrad@s. Algo que nos puede ahorrar mucho dinero para conseguir nuestro carnet de conducir. Así pues, estate atent@ a los siguientes consejos que te ofrecemos para que tu “humor” no afecte a tu economía:

– Antes de subir al coche alterad@ haz una pequeña caminata de 5 minutos para relajarte antes de sentarte frente al volante.
– No arranques el coche sin estar totalmente centrad@ y trata de escuchar atentamente al examinador para ir más tranquil@.
– Cuando te des cuenta de que circulas con “piloto automático”, respira profundamente, presta nuevamente atención a la conducción y céntrate en el tráfico.
– Conduce a una velocidad moderada, con marchas largas y anticipando situaciones. Así reducirás tu estrés y conducirás con mayor seguridad.